Con un cielo así de limpio y en un día luminoso y de temperatura suave, planeamos realizar una visita a Gibraltar, ya que nos quedó pendiente del año anterior y teníamos ganas. En esa ocasión, por no disponer de documentación de los peques, no nos permitieron cruzar la frontera, y este año nos trajimos el Libro de Familia expresamente para entrar...
Nos dejamos solo y triste, el esqueleto de dinosaurio que, por fín, acabamos de rescatar de la roca.
El camino desde el hotel no era muy largo, y aquí nos encontrabamos llegando a La Linea de la Concepción, con control de la Guardia Civil en sentido contrario, bastante aparatoso y reciente.
Sin más problema, nos encontramos por el Paseo Marítimo, ya se nota el aumento de ajetreo y tráfico en las cercanías de la frontera.
Una vez más, nuestro gozo en un pozo, no sirve el Libro de Familia para entrar a Gibraltar, es necesario DNI o Pasaporte, cómo los peques no lo tienen, toca replantear el día y hacer nuevos planes...
"Deformación profesional", a la vista del Peñón...
Los bunkers en La Linea, frente a la frontera...